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Este pasado sábado en el Garnelo, dentro del Cirtuito de Espacios Escénicos Andaluces, tuvimos la ocasión de disfrutar del cuarteto de música de cámara Ars Nova, grupo formado en el seno de la Orquesta Ciudad de Granada, cuyo programa se centró en la etapa parisina de uno de los más grandes compositores españoles del siglo XX, Manuel de Falla.
Falla vivió en la capital francesa, gracias a la mediación de Isaac Albéniz y al ánimo dado por Joaquín Turina, consiguiendo una beca de la Corona española, durante los años 1907 hasta 1914, cuando por causa de la gran guerra, y supongo muy a pesar suyo, lanzó de París a este gran músico junto a otros grandes creadores de la música del siglo XX. Fue en esta ciudad, de intensa vida musical e intelectual, con multitud de conciertos y representaciones musicales, donde se formó el gran músico gaditano. La etapa parisina supuso el perfeccionamiento de la técnica y el inicio de la producción, pudiendo terminar Cuatro piezas españolas.
El cuarteto formado por los violinistas, Meter Biela y Joachim Kopyto, el viola Andrzej Skrobiszewski y el violoncellista Matthias Stern, demostró gran plenitud y compenetración, ofrecieron obras de Joaquín Turina, Ernesto Halfter, Igor Stravinski y Maurice Ravel, sus amigos de París, y del propio Manuel de Falla. Música en su estado puro e historia, que a los asistentes que se dieron cita en este espacio de cultura montillano, estoy seguro, les enriqueció la inteligencia, en una época tan necesitada de ella.
Falla vivió en la capital francesa, gracias a la mediación de Isaac Albéniz y al ánimo dado por Joaquín Turina, consiguiendo una beca de la Corona española, durante los años 1907 hasta 1914, cuando por causa de la gran guerra, y supongo muy a pesar suyo, lanzó de París a este gran músico junto a otros grandes creadores de la música del siglo XX. Fue en esta ciudad, de intensa vida musical e intelectual, con multitud de conciertos y representaciones musicales, donde se formó el gran músico gaditano. La etapa parisina supuso el perfeccionamiento de la técnica y el inicio de la producción, pudiendo terminar Cuatro piezas españolas.
El cuarteto formado por los violinistas, Meter Biela y Joachim Kopyto, el viola Andrzej Skrobiszewski y el violoncellista Matthias Stern, demostró gran plenitud y compenetración, ofrecieron obras de Joaquín Turina, Ernesto Halfter, Igor Stravinski y Maurice Ravel, sus amigos de París, y del propio Manuel de Falla. Música en su estado puro e historia, que a los asistentes que se dieron cita en este espacio de cultura montillano, estoy seguro, les enriqueció la inteligencia, en una época tan necesitada de ella.
En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad.
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